Moldeada al modo de Dios

Jeremías 18
Cuantas veces nos quejamos de las cosas que nos suceden y le preguntamos a Dios porque de tantas dificultades. Muchas personas que aceptan a Jesús como su salvador, no entienden que no solo es reconocer que Él es nuestro Salvador sino que también es nuestro Señor y que al darle nuestra vida a Él, él va hacer de nosotros lo que es su propósito.
Pero Dios no puede hacer su propósito en nosotras cuando nuestra vida no está en las condiciones para llevar a cabo lo que el a delegado para nosotras. Y sucede que muchas veces algunas mujeres quieren decirle a Dios como él tiene que trabajar con sus vidas, lo condicionan y aunque saben que el desea lo mejor, ellas buscan la manera de que sea a su modo y conveniencia.
Cuando Dios le hablo a Jeremías sobre el alfarero, quería mostrarle la condición de un pueblo, que igualmente quería conducirse a la manera que ellos creían. Y Dios quería recordarle lo que ellos eran, simplemente lodo. Nosotros no somos nadie para decirle a Dios que debe hacer con nosotras, él nos creó y él sabe muy bien para que propósito.
El problema es que cuando pensamos que nosotros sabemos cuál es el plan de Dios y no dejamos que Él nos moldee y quite y añada lo que sea necesario.
Todo propósito es llevado a cabo cuando están las condiciones perfectas para ello. Si tu no dejas que Dios te moldee a través de las pruebas y siempre te quejas, andas buscando justificación o excusas para no pasar ese proceso, permanecerás como lodo. No habrá una forma definida en ti, siempre estarás en una situación de queja y lamento queriendo dar pena y buscando la compasión de las personas.
Pero si decides que quieres permitir que Dios trabaje en ti, de seguro Dios comenzara a moldearte y esto es atreves de las pruebas. Las pruebas no le mostrara a Dios lo que eres capaz porque él lo sabe, las pruebas te mostrara a ti misma que eres capaz y qué cosas en verdad necesitas cambiar.
Jamás entenderás que necesitas cambiar en una área en tu vida sino es confrontada y cuando esa área se ve confrontada el Espíritu Santo te muestra que necesitas cambiar. Muchas veces el gran problema es que la actitud y el carácter de muchas mujeres no las dejan tomar una posición de sometimiento a Dios y es importante someter tu actitud y el carácter a Dios.
Pero no necesariamente al empezar el proceso te garantizara que tu estarás lista para el propósito de Dios, puede ser que a mistad de proceso Dios decida romperte y hacerte de nuevo, porque así como una vasija si esta agrietada y se le cuela el líquido no se puede usar, así tampoco una persona que deja escapar las bendiciones de Dios por ser inestable y volver atrás es útil de ser usada por Dios para sus planes. Y puede ser que no sola una vez Dios tenga que empezar en ti, Él lo hará las veces que sea necesario, porque Dios perfeccionara su obra en ti.
Cuando hayas aprendido a dejarte moldear por Dios y entender el proceso de las pruebas que es el de aprender, crecer, madurar en Dios, entonces estarás lista para ser un instrumento de Dios.
Recuerda si te quejas mucho, si en todo ves cosas negativas, si no te sometes, no eres obediente, eres orgullosa, vanidosa, criticas todo lo que ves, te justificas, quieres y necesitas la aprobación de las personas, no tienes disciplina, no eres organizada, te cuesta la consagración, le das el primado a otras cosas antes que a Dios… entonces lamento infórmate que tu vasija esta agrietada, tus bendiciones se están escapando y no te has dado de cuenta porque te ha acostumbrado, pero cuando ves que otra persona está en el propósito de Dios te preguntas porque tú no puedes ser igual, la razón es que esa personas si pago el precio y se dejó moldear
Pídele a Dios que sea tu alfarero, déjalo que te rompa y te haga de nuevo las veces que sean necesarias. Te aseguro que te sentirá s feliz cuando veas el trabajo terminado en ti, cuando veas el propósito hecho realidad. Sí, es de valientes pero estoy segura que dentro de ti hay una mujer dispuesta asumir el reto y hacer la perfecta voluntad de Dios.
-YDL