La unción

Podemos cantar, predicar, enseñar hacer tantas cosas pero si no tenemos la unción de Dios para hacerlas de nada vale. Pues la unción es la que pudre el Yugo, es la que hace que la palabra penetré. La unción es lo que nos distingue y hace que hasta los demonios no puedan estar a tú lado. Dice la palabra de Dios que cuando David tocaba el arpa para el rey Saúl, el espíritu malo tenía que salir. 1 Samuel 16
La Unción no es más que la presencia tangible de Dios sobre tu vida, el poder del Espíritu Santo haciendo una diferencia en ti, ministrándote una fuerza sobrenatural para realizar obras sobrenaturales. Te da sabiduría para tomar decisiones entre lo bueno y el malo para que no seas engañado por el enemigo y tome lo que Dios te ha dado.
En Isaías 61(1-3) dice; El Espíritu de Jehová el Señor esta sobre mí, porque me ungió Jehová; me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la cárcel:
La unción de Dios es la que nos da el deseo, la convicción y la seguridad de entender lo que tenemos que hacer. El propósito de Dios debe estar acompañado de la unción de Dios, pues lo que marcara la diferencia en tú vida y lo que refleja tu comunión con Dios.
La unción no se aprende, nadie te la puede enseñar como una lección más. 1 Juan 2(20) (27) dice: pero vosotros tenéis la Unción del Santo y conocéis todas las cosas… y no tenéis necesidad de que nadie nos enseñe; así como la unción misma os enseña todas las cosas, y es verdadera…
La unción nace de una íntima relación con Dios. Santificar nuestra vida es decir separarla para Dios, renunciar a las cosas que nos distraen y nos desvían el enfoque. Tener una comunicación constante y honesta con Dios, reconociendo que eres débil y que en cada momento dependes de Dios. Pero sobre todo reconocer que la unción viene de Dios y es para glorificar a Dios jamás para vanagloriarse.
¿Pero para que esa unción este sobre ti es necesario un cambio en tu vida? Si, como dije antes, debes entender que no vives para ti sino para Cristo y que la unción de Dios sobre tu vida representa el apoyo de Dios sobre ti, su respaldo. Por eso debemos ser dignos de tan grande don.
Te invito que analices tu vida y te des cuenta si tu vida se mueve solo a base de emociones. Si todo lo que haces, ves que no tiene sentido que le falta algo que no convence, no prospera ni agrada a Dios. Si tu respuesta es negativa. Pídele a Dios que te ayude a ver las cosas en ti que impide que la unción de Dios fluya en tu vida y ser digno de ser un hombre o una mujer de unción.
Dimary Lasso